La Casa Carbonell es sin duda uno de los edificios más representativos y bellos de la ciudad de Alicante. Situada en el paseo de la Explanada número 2, entre la plaza Puerta del Mar y la plaza del Ayuntamiento. Fue construida por Enrique Carbonell, adinerado empresario textil de Alcoy que hizo gran fortuna durante la Primera Guerra Mundial. Carbonell decidió construir un edificio que fuera la admiración de las élites de la época, en cuanto a las causas de su construcción hay diversas teorías. Una primera que Carbonell buscaba estar largas temporadas en Alicante, ya que el benigno clima alicantino era beneficioso para la salud de su hija enferma, otra más inverosímil se refiere a que cierto día el empresario pidió habitación en el Hotel Palace, la recepción le denegó la entrada porque venía sucio y harapiento después de haber tenido un accidente y a partir de esa negativa decidió construir al lado del mencionado hotel, un edificio que le superara en belleza y magnificencia. Con todo lo dicho, desconocemos realmente las causas exactas que llevaron a Carbonell a construir semejante edificio, lo que es indudable es que su intención era crear algo magnífico a ojos de la gente. Para ello adquirió los solares del antiguo mercado de la ciudad, que se encontraban junto al Hotel Palace. Como arquitecto de la obra contrató a Juan Vidal Ramos, eminente figura de la arquitectura alicantina que bajó su supervisión se construyeron obras tan significativas como el Mercado Central, el Palacio Provincial, el Museo Arqueológico, etc. Las obras de la Casa Carbonell se iniciaron en 1921, teniendo su fin en 1925. Su estilo se encuadra dentro del estilo modernista con importantes elementos de la estética ornamental francesa de principios del siglo XX que representaba los gustos de la burguesía acomodada de aquella época. La construcción presenta una estructura simétrica, de estilo clásico y un uso de materiales de gran calidad, tales como mármoles, hierros, cristales, pizarras, etc.

El edificio dispone de una planta baja y entresuelo que en la actualidad está ocupada por locales comerciales y oficinas, más arriba hay cinco plantas con cuatro viviendas por nivel, las viviendas cuentan con aproximadamente 200 metros cuadrados, entre sus dependencias tenemos cuatro dormitorios, gabinete, sala, cocina, aseo, servicio, recibidor y vestíbulo. Las habitaciones principales están orientadas al paseo de la Explanada, con impresionantes vistas al puerto de Alicante y las que eran reservadas para el personal de servicio, dan a la calle San Fernando. La parte superior de la obra se completa con un ático y dos terrazas, además de cuatro torreones culminados con su cúpula, precisamente una de las cúpulas sufrió un importante percance al poco tiempo de ser inaugurada la Casa Carbonell; fue exactamente el 26 de junio de 1925 cuando colisionó un avión del servicio postal francés que cubría el trayecto desde Argel contra el pararrayos que se encontraba en una de las cúpulas. Se produjeron dos muertos, tanto el piloto como el telegrafista que iban en el aparato perecieron, hubo diversos heridos y se produjeron importantes desperfectos en la cúpula y terraza de la edificación. Aparte de estos daños en el interior de la casa, hubo otros de variada índole en el exterior, se estropeó parte del tendido del tranvía, se incendiaron palmeras y cayó gran cantidad de cascote sobre el suelo de la calle que produjo diversos destrozos, además de la alarma y miedo que se creó en la ciudad. En la actualidad, y a pesar del mucho tiempo transcurrido, se recuerdan estos acontecimientos y le otorgan todavía un aura más relevante a este lugar. Por todo ello, este edificio de hermosas fachadas que contiene 365 ventanas y ocupa 880 metros cuadrados resulta difícil que provoque la indiferencia, ya bien sea por su hermosura, su historia o leyenda. Los que habitan entre sus paredes perfectamente lo saben, viven con la diaria mirada, el incesante click de flashes y móviles de los transeúntes, curiosos y turistas.