El artículo de hoy va dedicado a aquellos que durante su estancia en Alicante busquen relajarse o entregarse a los diferentes tratamientos de belleza de un «SPA» fuera de lo común. Igualmente, nuestra entrada va dirigida a aficionados a Instagram que quieran sorprender a sus amigos y seguidores con increíbles y llamativas fotos. Para ello, primero deberemos buscar en el mapa la localización del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja, lugar donde se encuentra el extraordinario lago rosa de la Laguna de Torrevieja. En un principio quizá nos parezca sorprendente que no tengamos que cambiar de continente o hemisferio para admirar tal maravilla natural. Solo hará falta dirigirnos a 50 km al sur de Alicante, para quedarnos con la boca abierta por el asombro que produce la vista de este cuerpo de agua de color rosa. La causa de este fenómeno lo causa la inmensa cantidad de sal contenida en el agua que produce la casi inexistencia de seres vivientes en el agua, (con dos excepciones): el de un microorganismo que consigue sobrevivir a estas condiciones adversas, su nombre es  Dunaliella salina. Esta diminuta micro-alga unicelular proporciona -debido a su contenido en beta-caroteno- un característico e inusitado color entre el rojo y el rosa a las aguas del lago. El segundo, una especie de crustáceo, su nombre Artemia salina, se alimenta de las algas y constituye el otro organismo responsable del color del agua. El hecho de que los organismos anteriormente mencionados habiten en el lago sin la compañía de otros seres permite que puedan sobrevivir y reproducirse de modo rápido y abundante, facilitando así la creación del peculiar color del lago. Los lagos de Torrevieja y de La Mata se encuentran localizados contiguamente en un parque que en 1988 fue considerado  Paraje Natural, para posteriormente en 1994 obtener el título de Parque Natural. La época del año donde podemos observar con mayor nitidez la singularidad de este lugar se sitúa a finales del verano, momento en el que las algas se encuentran en su periodo más álgido reproductivo, gracias a ello, las aguas adquieren en esos momentos su más intensa tonalidad rosa. Estamos ahí ante el tiempo ideal para admirar los vuelos de los pájaros, entre ellos los majestuosos flamencos. Lo más curioso es que estas aves al nacer tienen un color blanco, pero a causa de encontrarse en su dieta habitual las algas rojas, adquieren en su plumaje una tonalidad semejante al de este vegetal marino.

Para llegar a la laguna debemos ir a pie por un camino, unos 4 km. Este singular lugar se encuentra ciertamente escondido y resulta difícil de encontrar, como consecuencia nos encontramos con un idílico rincón donde los turistas brillan por su escasa presencia. En teoría, en el lago rige la prohibición de bañarse, sin embargo, debemos subrayar lo de teóricamente, ya que en la práctica no se cumple con dicha restricción. De facto, existe «bastante tolerancia» con el incumplimiento de la mencionada norma. En caso de aprovechar la posibilidad del baño, no debemos olvidarnos de traernos unas zapatillas para protegernos de las piedras, ya que el fondo de estas aguas un tanto turbias se encuentra repleto de piedras que pueden lastimar nuestros pies. Por otra parte, la seguridad en el baño está asegurada, sus aguas no son profundas, no llegando nunca al 1,50 m de profundidad, y además no nos hundiremos nunca porque flotaremos como si estuviéramos en el Mar Muerto, gracias a la salinidad de sus aguas. Si queremos buscar algún inconveniente, deberemos tener en cuenta que la abundancia de sal en el agua, nos podrá producir picor en el cuerpo, por ello es recomendable ir bien cargados de botellas de agua, para así después del baño poder enjuagarnos.

Aparte de todo lo anteriormente dicho, el Lago Rosa también nos proporcionará unas importantes dosis de relax, y a este valor relajante de las aguas debemos unir sus valores terapéuticos y curativos. El barro que se encuentra en el fondo y orillas del lago podemos denominarlo «oro negro». Sus propiedades curativas -ya conocidas en la Antigüedad- son usadas en tratamientos curativos. Por ello, al llegar no nos debe extrañar, ver gente embadurnada con esta sustancia negra; esta mascarilla natural de barro mineraliza, regenera, limpia la piel y acelera la cicatrización de heridas, asimismo posee efectos antiinflamatorios, por esta razón resulta muy recomendable para enfermos de reuma, artrosis, artritis o en casos de fracturas de huesos.

Concluyendo, podemos asegurar que la Laguna de Torrevieja constituye un sitio único y excepcional, de cuya existencia pocos turistas tienen conocimiento. Personalmente recomendamos visitar este lugar a finales del verano como hemos comentado con anterioridad, y preferiblemente a horas de la tarde, así podremos tener tiempo de llevar a cabo nuestro tratamiento de «SPA» natural, y después ser testigos del impresionante espectáculo que supone ver la puesta del sol: la vigorosa combinación de colores y luces nos proporcionará una inimitable e imborrable experiencia que permanecerá en nuestras memorias por un largo tiempo.