Como hemos mencionado en el anterior artículo, este año se habilitará en el Panteón de Quijano la casa de Papá Noel donde pequeños y mayores podrán visitar al querido benefactor y obsequiador de sueños, para verlo, tocarlo y de paso dejarle una carta con sus deseos de regalo. Otros años este singular lugar se localizaba en el parque de Ereta, en esta ocasión se ha decidido su traslado a un lugar más apartado y fuera de los clásicos circuitos turísticos para dotarle un cierto aire más enigmático. La relación de Alicante con Papá Noel y por consiguiente con San Nicolás resulta muy significativa, ya que es el patrón de Alicante, y en concreto del oficio más tradicional y quizás más respetado de la ciudad levantina, el de marinero. Su onomástica se celebra el 6 de diciembre, el día de la muerte de dicho santo, nacido allá por el siglo III en Mytra (Turquía). Sus andanzas fueron las de un hombre generoso y de gran corazón que mostraba gran caridad hacia los niños y pobres, así por ejemplo repartió su enorme fortuna heredada entre los más necesitados. Por este motivo en la cultura cristiana se adoptó su figura como el hombre mayor y bondadoso que repartía regalos en época navideña. Uno de los más destacados nos lo trae la tradición holandesa, su nombre, Sinterklaas; el Papá Noel holandés que reside durante todo el año en la »exótica» España, exactamente en Alicante. Desde la ciudad levantina, el afable y magnánimo personaje realiza todos los preparativos para el reparto de los regalos, es decir lee las cartas, prepara y empaqueta los regalos para los ilusionados niños holandeses. En noviembre, cuando Sinterklaas ya tiene todo preparado, parte en un barco de vapor cargadísimo de montones de caramelos, golosinas, y toneladas de naranjas y mandarinas de la Comunidad Valenciana. La embarcación, engalanada para la ocasión, con banderas de Holanda y España zarpa del puerto de Alicante con dirección a un puerto holandés -cada año es uno diferente-. Sinterklaas y su numeroso séquito de ayudantes, entre ellos sobresalen los Zwarte Pieten, que traducido al castellano significan los Pedros negros, el nombre se debe a la piel oscura de sus rostros, fruto con casi toda seguridad del hollín que tiznan sus rostros por la acción de bajar por las sucias chimeneas para dar los regalos. Por su parte, Sinterklaas destaca por su indumentaria y apariencia: una capa roja, sombrero rojo de obispo, un cayado y por su supuesto una poblada barba de color blanco. La expectación que genera ese barco de vapor que llega de la cálida y hermosa Alicante a mediados de noviembre a Holanda es increíble. La multitud y las autoridades agasajan a este personaje del sur de Europa que hará felices a grandes y pequeños, sin distinguir entre clases sociales, razas o religiones. Del día de su llegada hasta el día 5 de diciembre al anochecer, se sucederán las visitas, cabalgatas y desfiles. San Nicolás y su equipo tendrán esos días una actividad frenética. Como hemos dicho el día 5 y no el 6 de diciembre, se harán los regalos y esta es una peculiaridad que distingue a Holanda de otras naciones que celebran ese día. Sinterklass con su caballo Amerigo sobrevolará las chimeneas y los Pedros harán el trabajo de depositar los regalos en los zapatos de los niños que estarán junto a la chimenea, si la hubiera, o si no en la entrada de la casa. Además, San Nicolás dejará una nota escrita dedicada al destinatario, escrita de su puño y letra que incluirá algún verso, consejo, chascarrillo, etc. Los niños dejarán agua, heno y zanahorias para los ayudantes y animales del santo. Antes de todo ello, Sinterklaas habrá escrutado nuestro comportamiento a lo largo del año; si hemos sido buenos, recibiremos un buen regalo, de lo contrario nos llevarán en un saco para España como castigo, según cuenta la tradición. Nosotros nos preguntamos o al menos dudamos si no es mayor castigo vivir en la habitualmente gris Holanda, en vez de hacerlo en la de cielo despejado y azulado Alicante, pero bueno, para gustos, los colores.
En fin, después de todo este prenavideño agotador trabajo, Sinterklaas o San Nicolás -como ustedes prefieran-, y sus colaboradores se habrán ganado un merecido reposo y volverán a su casa de la soleada Alicante para descansar. Pasado ese tiempo de ocio, Sinterklaas empezará otra vez a analizar y anotar en su libreta roja el comportamiento de los niños holandeses y pondrá en marcha toda su maquinaria para el reparto de presentes para el próximo 5 de diciembre.
Concluyendo, y buscando el motivo por el que se asegura en Holanda que Papá Noel o Sinterklass procede de España; podemos afirmar que no tenemos total certeza. Sabemos que San Nicolás nació y murió en Turquía. En el siglo XI sus reliquias fueron trasladadas a Bari. Posteriormente este territorio italiano al igual que Holanda perteneció durante varios siglos a la Corona Española, y posiblemente por ello se hable de su procedencia hispana. Asimismo, el hecho de que Alicante y Amsterdam sean dos ciudades portuarias y de gran tradición marinera hicieron que San Nicolás fuera su patrón. Lo que resulta evidente es que para los holandeses su Papá Noel viene de un sitio muy bonito, luminoso, en definitiva exótico para ellos, y por ello Alicante opinamos que cumple a la perfección.
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